El trabajo colectivo de ganar un concurso

El sábado 26 de noviembre, en el Teatro Mendoza, Andrea Donadio alcanzó la máxima victoria en la novena edición del certamen Mejor Sommelier de Argentina, SOMMARG22.

Egresada de CAVE en 2011, actualmente es docente de la cátedra de Apreciación Gastronómica en la misma institución y co-fundadora del emprendimiento online Tinte Vinos. Fue certificada en el 2015 como Certified Sommelier de Court of Master Sommeliers.

Su camino ahora se abre a múltiples posibilidades como la nueva referente de la sommellerie local y la flamante embajadora del vino argentino en el mundo.

Será a partir de ahora la representante argentina de la profesión en competencias internacionales, comenzando con el concurso que buscará elegir al Mejor Sommelier del Mundo, en febrero próximo, en París (Francia). Allí viajará junto a Valeria Gamper, ganadora de la edición 2019 y Mejor Sommelier de las Américas 2022.

Esta fue la cuarta final a la que llegó Andrea, demostrando que en este tipo de instancias la tenacidad es tan importante como el conocimiento, la disciplina y el constante perfeccionamiento.

-¿De qué maneras la competencia en el certamen te enriqueció como profesional?

AD: Estudiar para un concurso te ayuda a consolidar muchos conceptos teóricos y te obliga a estar actualizado. Creo que si no me hubiera anotado en los concursos hubiera dejado de lado la preparación académica.

-¿Cómo te preparaste para este certamen?

AD: Decidí presentarme en febrero de este año. Durante dos meses recopilé mucha información, actualicé mis archivos y leí todas mis flashcards para ver si tenían errores o si debía hacer nuevas.

A partir de mayo comencé un calendario de estudio con todos los temas que debía estudiar, las catas escritas y orales, reconocimiento de destilados y pruebas de servicio. Además, cada 15 días aproximadamente fuí a CAVE a entrenar con colegas de la escuela que también se presentaron al concurso.

Todo el proceso requirió de mucha disciplina y constancia. La parte mental para mí también fue y es muy importante. Trabajé mucho con mi psicóloga cómo manejar mis expectativas, la presión de los demás y el post concurso. ¿Qué pasaría si no llegaba a ganar? Realmente siento que sin su ayuda no hubiera podido llevar adelante mi preparación.

-¿Qué fortalezas te brindó haber pasado anteriormente por esta instancia competitiva?

AD: Creo que el haber vivido tres concursos me ayudó a anticipar muchas situaciones. Eso me sirvió para manejar mis nervios y concentrarme en todo lo que había hecho para poder estar nuevamente en una competencia.

-¿Cómo fue transitar la experiencia de la preparación y la final con dos colegas como Delvis Huck y Alma Cabral, a quienes también considerás amigas?

AD: Fue una experiencia hermosa. Los logros personales suelen verse con una mirada muy individualista. Siento que alcanzar una meta como ganar un concurso es, sin lugar a dudas, un trabajo colectivo.

Tener un grupo de estudio es fundamental, ya que no solo intercambiás información, también es un grupo de contención y de ayuda. Haber vivido el proceso con Almi y Del fue muy lindo y culminar las tres en la final fue reflejo del trabajo, compromiso y dedicación que tenemos con nuestra profesión.

-¿Qué expectativas tenés en relación a tu participación en el certamen mundial?

AD: Quiero disfrutar cada momento, y ojalá pueda llegar a cumplir mis objetivos para llevar a la sommellerie argentina hacia el más alto nivel.