En 2020, Casa Boher lanzó su línea Fincas, con la meta de focalizarse en el terruño y en la selección de parcelas como manera de alcanzar la manifestación profunda de cada varietal.
Los vinos que inauguraron la colección fueron el Viognier Alto Agrelo (proveniente del viñedo que rodea el Rosell Boher Lodge a 1100 metros sobre el nivel del mar) y el Malbec San Pablo (con uvas plantadas a 1250 metros sobre el nivel del mar).
Y ahora, un nuevo integrante se sumó a la línea Fincas: Malbec Agrelo 2021, elaborado de igual forma que el Viognier del viñedo ubicado alrededor del Rosell Boher Lodge. Plantado en 2012, presenta una marcada pendiente que permite que la brisa asegure la sanidad natural de las uvas. El suelo, de origen aluvional, es de textura franco-arenosa a limosa, pobre en materia orgánica y rico en carbonatos. Presenta, además, un buen porcentaje de limo que determina mayor retención de agua y nutrientes.
“Tenemos nuestra mayor parte de Malbec en la finca de Agrelo y eso nos daba la posibilidad de elegir lo mejor para representarlo. Nos parecía justo poder mostrar los dos Malbec por separado”, explica el enólogo Nicolás Calderón. “Además, Luján de Cuyo es tierra de Malbec y estamos en la parte más alta de Agrelo, donde podemos mostrar un Malbec con características de Luján y con algunas notas que recuerdan a los de Valle de Uco”.
En comparación con su compañero en la línea Fincas, Calderón explica que el Malbec de Agrelo “tiene más volumen de boca y dulzura, donde predominan las frutas y de fondo aparecen las especias”, mientras que el de San Pablo “tiene una boca más directa y mayor acidez, donde predominan las especias y de fondo aparece la fruta roja”.
De todas formas, Calderón apunta que los vinos se elaboran “de manera similar, aunque con una distancia de dos a tres semanas producto de la madurez”,
En cuanto al terroir, Agrelo tiene riego subterráneo, menos altura y mayores temperaturas diarias. San Pablo posee riego superficial, está ubicado a mayor altura y las temperaturas nocturnas son más bajas.
“Trabajé en otra firma dónde teníamos Malbec de la zona alta de Agrelo y ya conocía su potencial”, señala Calderón. “Tiene todo para seguir creciendo, de a poco se van distinguiendo otros varietales, como es el caso del Cabernet Franc de la zona y, en nuestro caso en particular, con el Viognier”.
Dos fincas, dos terruños
La finca Los Árboles, en San Pablo, fue plantada en 1993 convirtiendo a Rosell Boher en una de las bodegas pioneras de la zona. Sus 90 hectáreas están marcadas por una gran amplitud térmica que brinda uvas con aromas frutados, frescura y acidez. Allí, Rosell Boher produce Chardonnay y Pinot Noir para sus espumantes, además de Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc.
La finca de Alto Agrelo, mientras tanto, posee 25,5 hectáreas de viñedos frente al Cordón del Plata y es la más nueva de la bodega. En esta finca se cosecha Malbec, Cabernet Franc y Viognier.