Cordón El Cepillo: el Valle de Uco suma una nueva IG


A fines de diciembre, una nueva Indicación Geográfica (IG) mendocina fue aprobada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura: Cordón El Cepillo, en el departamento de San Carlos, Valle de Uco.

Esta nueva zona, junto a las adyacentes Pampa El Cepillo y Paraje Altamira, son marcadas por la influencia del cono aluvial del río Tunuyán. Sin embargo, los suelos de estos tres lugares son heterogéneos dependiendo de cuán cerca se esté del origen del cono. Esto, unido a las diferencias climáticas, determinó la delimitación en IGs diferenciadas.

La solicitud de aprobación de la IG Cordón El Cepillo fue elevada por Bodegas Esmeralda. El ingeniero agrónomo Luis Reginato fue uno de los activos impulsores de la zona, y aquí nos sumerge en sus particularidades.

-¿Qué características posee esta zona en relación con Pampa El Cepillo y otras zonas circundantes?

LR: Tanto Cordón El Cepillo como Pampa El Cepillo y Paraje Altamira se encuentran dentro de la superficie del cono aluvial del río Tunuyán, en el departamento de San Carlos, Mendoza.

Paraje Altamira ocupa la mitad norte del cono, que tiene exposición solar norte, y por ello temperaturas más altas. Este suelo es de origen aluvial y presenta gran heterogeneidad.

En la medida en que nos acercamos al origen del cono (cuando sale de la montaña al pedemonte) hay piedras y rocas de mayor tamaño, incluso restos de morrenas glaciares. Luego, hacia el este, el cono se abre donde el agua fue perdiendo fuerza. Así, cuando nos alejamos del origen del cono, vamos a encontrar suelos limosos un poco más profundos y piedras más pequeñas. Otra característica es la presencia de carbonato de calcio.

La mitad sur del cono aluvial, que tiene pendiente hacia el sur y recibe menos energía del sol, está dividida en dos partes. La parte más baja tiene suelos similares a Altamira, solo que un poco más arenosos y menos limosos. Pero hay bastante diferencia en el clima, ya que al estar en la parte sureste del cono es una zona muy afectada por heladas. Esta es la IG Pampa El Cepillo.

Allí, el suelo se calienta menos por su exposición sur, además topográficamente es más bajo y se acumula el aire frío en las noches de heladas. Es una zona que da mucha calidad en vinos pero tiene este problema de heladas, junto con suelos de poca retención hídrica. La pendiente promedio en Pampa El Cepillo es de 1%.

Finalmente, la superficie suroeste del cono aluvial es donde se encuentra la IG Cordón El Cepillo. Allí dejó de pasar agua hace muchos más años que en el resto del cono: unos dos millones de años antes que en Pampa El Cepillo y Paraje Altamira. En ese tiempo, esta superficie del cono original fue cubierta por una capa de suelo de origen coluvial, totalmente diferente comparado con Pampa o Altamira.

Desde el punto de vista climático también es diferente. Si bien tiene exposición sur, aquí la pendiente es del 3% por lo cual el aire frío fluye hacia zonas más bajas durante la noche y es menor el riesgo de heladas en comparación con Pampa El Cepillo.

El suelo en Altamira y en Pampa es bastante similar. Las piedras son de origen aluvial, redondas, vienen de la profundidad de la Cordillera de los Andes, rodando y siendo erosionadas y pulidas por el agua en un recorrido de 30-50 kilómetros de distancia. Así, hay rocas y piedras de distinto origen: volcánico, plutónico, sedimentarias y metamórficas.

En cambio, en Cordón las rocas -que son cuadradas y no redondas- se desplazaron sólo 1-2 kilómetros de distancia. De esta manera encontramos arena, limo, arcilla y piedras cuadradas mezclados, en una profundidad de hasta 4 o 5 metros, hasta encontrar las piedras redondas aluviales que quedaron muy enterradas.

El suelo tiene origen en los cerros inmediatamente hacia el oeste. No es un gran mix de materiales como en las otras dos zonas. En esta IG es posible encontrar fósiles marinos, mientras que en las otras dos yo no he encontrado nunca.

Estas distintas condiciones de clima y suelo hacen que las plantas de vid se desarrollen de forma diferente cada año y produzcan vinos con distintas características.

-¿De qué manera esas particularidades se reflejan en los vinos?

LR: Es muy difícil dar una respuesta a esta pregunta en este momento. Yo planté el primer viñedo que Catena tuvo en Altamira en el año 2000 y luego he plantado otros viñedos de la familia en Pampa y en el Cordón, y otros más en Altamira. Y los viñedos han ido cambiando en la medida que las raíces van alcanzando niveles de suelo más profundos, con otros minerales y otras posibilidades de abastecerse de agua. Al mismo tiempo, las plantas son más viejas, con más reservas en su tronco y raíces. Así que pienso que necesitamos más años para entender bien cada lugar. 

Por otro lado, la variabilidad entre cosechas es tan grande que aún faltan años de información para poder aislar ese factor, si es que alguna vez lo conseguimos. Dicho esto, en líneas generales, en Altamira las viñas brotan, los frutos cuajan, las uvas enveran y se cosecha aproximadamente una semana antes que en Pampa o Cordón El Cepillo. Por lo tanto podría decirse que en Altamira las uvas tienen mayor potencial de madurez que en las otras dos. 

Pampa siempre tiene rendimientos más bajos y alta concentración. Cordón podría ser algo en el medio de los dos. Pero, como dije antes, faltan años para estudiar y entender.

-La zona de El Cepillo suele caracterizarse por un clima extremo. ¿Qué riesgos trae a la vitivinicultura y cómo se combaten?

LR: Es extremo, sobre todo en Pampa El Cepillo que tiene topografía más baja y escasa pendiente del terreno. En esta IG hay eventos de heladas de distinta magnitud casi todos los años. El sistema que más se usa para combatirlas son los calentadores de fuel-oil, que funcionan por calentamiento directo del aire en la zona de racimos.

-¿Existe una tendencia general hacia demarcar IGs más pequeñas dentro de IGs preexistentes?

LR: Pienso que es muy probable que ocurra a futuro, especialmente en algunas donde hay grandes diferencias dentro de la misma. En Gualtallary ya hay un proyecto presentado en el INV y se encuentran al menos cinco IGs distintas. Claro que ahí hay viñedos a 1600 metros de altura y otros a 1100, entonces ya el clima es muy diferente y los suelos también cambian muchísimo.

Otra que se hizo hace ya muchos años, solamente con el límite distrital, es la IG Agrelo en Luján de Cuyo. Allí la parte más baja es frecuentemente afectada por heladas y tiene suelos arcillosos profundos de origen lacustre, mientras que la parte oeste tiene suelos arenosos-pedregosos y casi nunca hay heladas. La uva en esta parte más alta madura unos 10 días antes que en la parte más baja.

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