Peñón de Agrelo, tintos de microterroir


Revalorizando una de las zonas vitivinícolas más tradicionales de Mendoza, Bodega Lamadrid acaba de lanzar la línea Peñón de Agrelo, compuesta por tres tintos varietales que a su vez reflejan tres estilos de suelo diferentes. Dialogamos con su enóloga, Angelina Yáñez, sobre la búsqueda que desembocó en esta colección de vinos.

-¿Cuáles son las particularidades de los terruños que son la base de cada uno de los vinos de esta nueva línea?

-La particularidad principal de los terruños donde nacen cada una de las líneas de Lamadrid radica en la consistente búsqueda de nuestro equipo agronómico por encontrar la mayor expresión de cada variedad, sin agredir el entorno y la nobleza propia de cada una de las plantas que tenemos hoy en nuestras fincas.

Agrelo es una zona donde naturalmente se logra una gran concentración debido a su gran amplitud térmica y su excelente exposición solar durante las etapas madurativas, dejando en las uvas taninos maduros y redondos. Al mismo tiempo, las pendientes propias del terreno permiten un drenaje natural y muy sano para las plantas. El suelo aluvional y profundo obliga a las raíces explorar los terrenos y expandirse, manteniendo las puntas húmedas.

En Peñón buscamos que cada terruño exprese lo que realmente es Agrelo, revalorizando una zona tradicional con un estilo de vino mucho más fresco pero con gran concentración.

Vinos sin madera, donde el suelo es el principal responsable de la calidad y estilo del vino.

-¿Por qué decidieron elegir cabernet sauvignon, cabernet franc y malbec como los vehículos para esos microterroirs?

-Peñón es un proyecto que viene en nuestras cabezas hace más de cuatro años, en este tiempo la búsqueda del varietal y estilo fueron variando constantemente hasta que encontramos el verdadero valor que iba a tener la marca.

Y si bien la línea cuenta con tres variedades, lo que hay detrás en realidad es la expresión de la finca de donde provienen. Por lo que, luego de probar diferentes estilos y cada una de las variedades que podían pertenecer a la línea, nos dimos cuenta que cada finca tiene su variedad predilecta y en Peñón transmitimos eso: el Malbec de finca Matilde, el Cabernet Sauvignon de finca La Suiza, y el Cabernet Franc de Finca Lamadrid expresan en cualquier estilo de vino una calidad formidable.

Y eso es 100% por su óptima interacción con la naturaleza del terruño, su estilo de suelo, y el desarrollo que se les fue dando a estas variedades. Pero por sobre todo, es poner un pedacito de Agrelo en cada botella.

-¿Qué los atrae puntualmente de la zona de Agrelo?

-Hay muchos factores que hicieron que la decisión de comenzar el proyecto en 2004 en esta zona hoy esté más ferviente que nunca.

La idiosincrasia de la gente, la heterogeneidad del suelo, la expresión que da a cada variedad, y la posibilidad de hacer en una sola región diferentes estilos son nuestras muestras de que Agrelo es por excelencia la cuna de los grandes vinos argentinos. Y lo más importante es que tiene un potencial inimaginable para desarrollar miles de proyectos más.

Creemos en la calidad de este terruño y Peñón es una pequeña muestra de que cada día trabajamos para expresar lo mejor de nuestra tierra.

-¿Existe últimamente una revalorización de esta zona, a veces relegada por el boom de Valle de Uco?

-En general hay una tendencia a que los proyectos defiendan y expliquen cada vez más de dónde son, qué hacen, y por qué.

Es una gran noticia porque del otro lado hay un consumidor que cada día se interesa más en esos detalles. Tal vez Valle de Uco fue una de las zonas donde se empezó a focalizar este trabajo en Argentina, pero Agrelo siempre estuvo, y lo más importante es que cada día crece más. Depende de nosotros que la gente siga confiando en la calidad de esta región y que acompañe la revalorización desde la comunicación, ya que creemos que la calidad es algo que se trabaja año tras año.

El estilo es además consecuencia de esa exploración infinita que une al consumidor con el hacedor, y lo más importante es que creemos que hay que saber identificar el potencial de cada terruño para comunicar el vino argentino con sinergia. Queremos que nos elijan no solo por la zona donde hacemos nuestro trabajo, sino además por la confianza de que en cada botella hay vino argentino.

Agrelo es nuestra casa, cuidamos cada detalle y todos los días nos sorprendemos más de lo que esta zona nos ofrece. No solo la revalorizamos sino que seguiremos explorando para descubrir nuevos horizontes y llevarlos a las mesas de todo el mundo en una botella de vino. 

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