El paso del tiempo y el crecimiento


Pablo Cúneo es el director de enología de Luigi Bosca. Fundada en 1901 por la familia Arizu en la provincia de Mendoza, la bodega ha logrado trascender a lo largo de 120 años elaborando vinos que reflejan el espíritu pionero y el saber único de sus fundadores, la pasión y el compromiso de su gente, así como la naturaleza y el equilibrio de su terruño de origen. Gracias a la innovación constante y a la determinación para alcanzar la excelencia se ha consolidado como una de las bodegas argentinas referentes a nivel internacional, embajadora de la singularidad y la elegancia de los grandes vinos de Mendoza, combinando cuatro pilares fundamentales: naturaleza, artesanía, ciencia e instinto. Sus vinos están hoy presentes en más de 60 mercados del mundo.  

Pablo, ¿cómo describirías el proceso de evolución y cambio del perfil de los vinos en Luigi Bosca?

PC: La bodega es pionera en la vitivinicultura local y responsable de algunos de los vinos más emblemáticos de la Argentina, si algo la caracteriza desde sus inicios es el foco en vinos premium y de proyección internacional. 

La evolución de los vinos de Luigi Bosca es producto del aporte de cada generación de la familia Arizu. En este sentido, son el fruto del estudio exhaustivo de los terruños mendocinos, lo que trae como resultado vinos sumamente expresivos y elegantes, con gran carácter y un fuerte sentido de pertenencia a su lugar de origen. 

El conocimiento íntimo de la vid logrado a lo largo del tiempo fue clave para la evolución. De hecho, nuestro último lanzamiento, la colección De Sangre, está compuesta por vinos elaborados bajo el concepto de selección de parcelas, es decir, son el resultado de una minuciosa búsqueda de microzonas y suelos con componentes particulares que derivan en una expresión pura y transparente del terruño. Buscamos hacer vinos transformando lo esencial de la naturaleza en la singularidad de creaciones excepcionales y memorables.

En Luigi Bosca, entendemos que la calidad nace en el viñedo, y es por eso que uno de los pilares más fuertes de nuestra filosofía de elaboración es la búsqueda constante de la precisión para lograr la mejor y más pura expresión de cada variedad.  

¿Cómo estaban compuestas las líneas de vinos históricamente y cómo se fueron reordenando hasta hoy?

PC: En Luigi Bosca la innovación estuvo siempre presente. Así nacieron marcas como La Linda y colecciones como Gala, Los Nobles y Terroir, entre otras. Cada una de estas líneas y sus vinos contaban una historia y tenían un sentido individual. Así, la oferta siempre fue muy amplia en variedades y en tipos de vinos. 

En estos últimos años hemos trabajado en potenciar nuestros exponentes y el mensaje que queremos transmitir de cada uno, ordenando el portfolio de Luigi Bosca en una pirámide de tres segmentos: Insignia, De Sangre y Los Nobles, sumando Paraíso como la cúspide de esta pirámide. 

La línea Insignia está compuesta por tres vinos blancos (Chardonnay, Sauvignon Blanc y Riesling), un rosado, tres tintos (Malbec, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir), un cosecha tardía y dos espumantes. La línea Luigi Bosca encarna nuestra historia, es nuestro emblema. Fueron los vinos con los que nació la marca, protagonistas de innovaciones en el mercado argentino y fiel reflejo del terruño mendocino.

La Colección De Sangre, reúne vinos que provienen de parcelas especialmente seleccionadas que solas o combinadas muestran de manera transparente la expresión del lugar de donde provienen y la identidad varietal. Está compuesta por un blend de uvas blancas y 6 vinos tintos: tres Malbecs (el Malbec D.O.C Luján de Cuyo, un Malbec Valle de Uco y un Malbec de Paraje Altamira ), un Cabernet Sauvignon, un Cabernet Franc y un Red Blend.

Los Nobles representa la expresión más pura del Malbec y Cabernet Sauvignon de una zona de viñedos antiguos en Las Compuertas, Luján de Cuyo. Son vinos concentrados, potentes y elegantes, que hace tres décadas se establecieron como referentes del vino argentino en el mercado local e internacional. 

¿Tienen pensado seguir ampliando las actuales líneas o reformularlas?

PC: Con los últimos lanzamientos y cambios realizados, sentimos que nuestra oferta de vinos está ordenada y comunica claramente la esencia de Luigi Bosca. Sin embargo, la posibilidad de sumar vinos en los distintos segmentos sigue abierta. La usina de innovación está en el viñedo y en la elaboración del vino, y a estos dos lugares los transitamos todo el tiempo, así que ideas y nuevos vinos no faltarán.

En este proceso de crecimiento, en este camino recorrido por el proyecto de la Familia Arizu, ¿cómo fue la suma de nuevas fincas en distintos terroirs? ¿Respondieron estas nuevas adquisiciones a un plan especial que buscaba hacer vinos de esas zonas?

PC: Históricamente la familia Arizu ha sido devota del cultivo de la vid. En sus orígenes concentrándose en lo que llamamos Primera Zona de Mendoza (Luján de Cuyo y Maipú), allí el trabajo de selección de materiales de viñedos antiguos llevó a Luigi Bosca a contar con una genética única. 

Al momento de crecer con sus viñedos en el Valle de Uco en la década del 2000, estableció antiguas selecciones de Malbec en esta zona, logrando una consistencia y carácter especial en los nuevos vinos. La decisión de cultivar en nuevas zonas respondió a la idea de explorar e innovar y contar con expresiones distintas que permitieran ampliar el abanico de vinos. Tal es el caso de la línea De Sangre 

¿Hacia dónde dirías que va hoy Luigi Bosca en materia de vinos? 

PC: Buscamos trascender elaborando vinos que sean fieles representantes de su terruño, mejorando cada rasgo cosecha tras cosecha. Vinos que destacan por su personalidad, elegancia, equilibrio y complejidad.

Entendemos que la calidad nace en el viñedo y es por eso que uno de los pilares más fuertes de nuestra filosofía de elaboración es la búsqueda constante de la precisión para lograr la mejor y más pura expresión de cada variedad. 

También seguimos un estilo de vinificación donde practicamos el concepto de “menos es más” y en el que buscamos transformar lo esencial de la naturaleza en la singularidad de lo excepcional. Otros dos rasgos importantes de nuestra filosofía son el respeto, admiración y gratitud hacia la naturaleza y su materia prima; y el conocimiento y pasión de nuestra gente por la viña y el vino.

¿Cuál es para vos el vino ícono de la bodega y por qué?

PC:  El vino ícono de la bodega es Paraíso, un vino que hace honor al lugar que fue protagonista de los grandes desarrollos de la bodega y de la historia de la familia Arizu. A su vez, resume el trabajo de muchos años de búsqueda de terruños, manejo de viñedo, cuidados en la elaboración y respeto por los tiempos del vino, tendientes a lograr la expresión más pura y potente de la uva y su lugar de origen. 

Este ejemplar, se destaca por la precisión de sus aromas y sabores, por la elegancia y la intensidad. Es un vino hecho a base de las mejores parcelas de Malbec con algo menos de un tercio de Cabernet Sauvignon, dos variedades que se complementan perfectamente haciendo de Paraíso una experiencia memorable.

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