Un festejo y muchas noticias


Durigutti Family Winemakers amplió su equipo técnico sumando a Germán Berra, uno de los mejores enólogos del país a comienzos de este año. Germán, que cuenta con una gran trayectoria tanto en Argentina como en el exterior, acumulando experiencias en Francia, Portugal, Chile y Estados Unidos, llegó a la bodega en el mes de febrero para debutar en la cosecha 2022.

Germán, ¿cómo fue la cosecha de este año, la primera para vos en la bodega? 

GB: La cosecha 2022 fue muy buena. Si bien hubo una baja generalizada en los rendimientos de los viñedos, en nuestro caso, se tradujo en una mayor concentración de aromas y sabores en los vinos. La sanidad fue excelente gracias a la buena labor de campo de los agrónomos y productores con los que se trabaja desde hace muchos años y eso permitió enfocarnos en obtener lo mejor de cada variedad.

Más allá de esto, quiero destacar con una mención especial al equipo técnico de Durigutti Family Winemakers, que con su profesionalismo y buena predisposición ¡me hizo sentir que trabajaba acá desde hace muchos años! 

¿Podés adelantar algo sobre el perfil de los vinos 2022? ¿Cómo los ves?

GB: Creo que lo más destacable de los vinos 2022 va a ser su perfil aromático. El clima fue benévolo y nos permitió obtener una paleta gustativa enorme, ya que desde que comenzamos a cosechar temprano hasta el fin de vendimia fueron apareciendo pequeñas diferencias en distintos sectores de la finca que supimos identificar y elaborar por separado. En general, los vinos tienen muy buen color y, especialmente los vinos de Las Compuertas, una potencia y complejidad en nariz que van a dar de qué hablar. 

Este año en la bodega arrancaron con algunas novedades. Por un lado, vos sumándote al equipo junto a Pablo y Héctor y, en materia de vinos, con la presentación de los vinos naturales Inframundo. ¿Cómo describirías a Finca Victoria, el lugar del cual provienen estos vinos?  ¿Qué perfil particular tienen estos vinos naturales que están elaborando?

GB: Considero a  Finca Victoria como un muestrario de todo lo bueno que puede dar el distrito Las Compuertas. Desde parcelas plantadas en 1914 con el conocimiento y la sensibilidad de los viñateros de esa época, hasta nuevas plantaciones pensadas en base a las características del suelo, combinadas con un microclima templado de noches frías, dan características únicas, no sólo para el Malbec, que se hizo famoso en esta zona, sino también para otras variedades. Me gusta resumir esto diciendo: “aquí hay mucho Terroir”, cuando la zona marca tanto el estilo de los vinos. En general esas características del terruño dan origen a vinos muy frutados, con muy buena concentración en boca y unos taninos aterciopelados que no existen, por ejemplo, en vinos de zonas más frías. Si a eso le sumás una elaboración muy cuidada, sin otro ingrediente más que uva, podés logar que el terroir se exprese y eso da como resultado productos nuevos como Inframundo. 

Finca Victoria cuenta con certificación orgánica. ¿Qué nos podés contar respecto a esto?

GB: La producción orgánica para mí es una filosofía de vida, es estar convencido que podemos producir uvas entendiendo que es posible evitar el uso de algunos productos si logramos que el viñedo funcione como un agro ecosistema, fomentando el desarrollo de la vid en equilibrio con la microbiología del suelo, la flora y la fauna de su entorno. Cuando todos esos componentes interactúan en forma balanceada, el viñedo es más diverso y, a la vez, más equilibrado y sustentable en el tiempo. En este esquema de producción la viña crece más sana, madura la cantidad justa de vid y da vinos muy puros.

¿Por qué eligieron Nero D´Avola como variedad para una de las etiquetas? ¿Cómo se desarrolla esta cepa en Las Compuertas?

GB: Buscamos revalorizar las variedades que trajeron los inmigrantes y que hacen a la biodiversidad del viñedo y dan productos bien distintivos. En Las Compuertas se plantaron estacas Nero D’Avola provenientes de viñedos muy antiguos y sanos de Lavalle y San Juan. Esta cepa tiene la particularidad de dar racimos en los que cada baya tiene una tonalidad diferente, podés encontrar bayas casi amarillas y otras con muchísimo color, por eso los vinos son de color moderado, taninos muy suaves y una expresión frutal muy marcada y delicada. Una variedad ideal para elaborar en forma natural, porque ese perfil frutado se marca más, son vinos muy fáciles de beber y disfrutables.

La última novedad fue la apertura de “5 Suelos – Cocina de finca”, una interesante propuesta gastronómica y otro desafío que se suma en la bodega. ¿Cómo resumís la propuesta y cómo se integra con los vinos?

GB: La apertura del restorán “5 Suelos – Cocina de finca” tiene que ver con la visión integral de Héctor y Pablo de crear un lugar en el que se respire la vida de los pueblos de antaño, en los que se producían y elaboraban en forma artesanal todos los alimentos en base a la materia prima del lugar. La mano de Patricia Courtois al frente de la cocina, quien además de su experiencia en alta cocina ha estado investigando los ingredientes de la zona junto a algunas recetas de familias mendocinas, da como resultado platos que hablan de la zona y te llevan a esos sabores que caracterizan a la comida más auténtica.  Conceptualmente, la forma de trabajo de Patricia es casi idéntica a la que usamos en la elaboración de vinos, buscando, probando, entendiendo el origen, ¡por eso es impresionante notar cómo los vinos de la finca maridan tan bien con sus platos!   

¿Qué es lo que más te apasionó cuando te sumaste a este proyecto junto a Pablo y Héctor? ¿Qué te hizo tomar esta decisión para quedarte?

GB: ¡Héctor y Pablo tienen una pasión y una energía que son contagiosas! Tuvimos una larga charla sobre su visión de la vitivinicultura en general y los proyectos que están generando, y finalmente me atrajo la filosofía detrás del trabajo, más allá de lo técnico que es mi zona de confort. He pasado prácticamente toda mi vida rodeado de viñedos y luego haciendo vinos, estudiando y aprendiendo cada día, y sentir que podés sumar un granito de arena a un gran equipo fue lo que finalmente me dio la seguridad de que estamos en el buen camino.

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