Una ilustre desconocida llamada Pedro Giménez


Por Nicolás Orsini


El análisis de una cepa a la cual se hace poca referencia pero que reviste gran importancia en nuestro país. Cómo llega a América, su descripción y características


A mediados del siglo XVI los sacerdotes católicos que habían llegado a estas tierras para desarrollar su tarea de predicación se encontraron con la necesidad de ocuparse de obtener su propio vino para cumplir con la liturgia de la misa católica.   


Así, en la provincia de Santiago del Estero y gracias al párroco mercedario Juan Cidrón, se establecieron los primeros viñedos de la Argentina que en su mayoría estaban conformados por Criolla Chica.


Existen algunos estudios que determinaron que, por ejemplo, la mayoría de las variedades criollas existentes en América se habrían originado del cruzamiento de Moscatel de Alejandría y Criolla Chica, también conocida como Listán Prieto.


El Informe “Assessing the identity of the variety 'Pedro Giménez' grown in Argentina through the use of microsatellite markers” publicado en la revista de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, concluye que la cepa Pedro Giménez también sería fruto del cruzamiento entre las mencionadas siendo la Criolla Chica probablemente el progenitor materno.


La cepa blanca más plantada


Es curioso lo que sucede con la variedad Pedro Giménez de la que según los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) existen en la Argentina más de 11.389,13 hectáreas de viñedos en producción.


Aunque para la mayoría de los consumidores es una cepa desconocida y la oferta de etiquetas es reducida es el varietal blanco más plantado de la Argentina.


Por ejemplo en Mendoza representa el 33,36 % de los viñedos plantados y en San Juan sucede lo mismo aunque algo más ajustado ya que representa el 25,51 %.


Ya en lo que se refiere al total país vuelve a subir con un 30,46 %.


El informe del INV también indica que la tendencia en los últimos años respecto a la superficie plantada va en descenso, sin embargo, aún se mantiene arriba de otras más reconocidas como el Chardonnay, el Semillón o el Sauvignon Blanc.


Algunas características


La Pedro Giménez es una variedad que tiene mucha versatilidad ya que puede ser usada para hacer muchos de los vinos blancos de mesa que hay en el mercado o para hacer mosto sulfitado o base de espumosos, entre otros fines.


“Cuando se elabora vino base (para espumoso) de Pedro Giménez no tiene los aromas de los vinos tranquilos lo cual permite agregarlo en cualquier corte sin alterar sabores y aromas” comenta José Pepe Reginato.


En cuanto a sus características ampelográficas podemos decir que la piel del grano o baya es gruesa y de color amarillo verdoso. La pulpa tiene poca o ninguna pigmentación. El Sarmiento es de color marrón oscuro.


La uva es de maduración media-tardía. La vid puede ser muy vigorosa y productiva ya que tiene grandes racimos de uvas de tamaños distintos.


Por ello durante mucho tiempo se priorizó su cosecha ya que brindaba grandes rendimientos, sin embargo, en los últimos años la demanda bajó por falta de rentabilidad.


¿Se escribe Giménez o Ximénez?


Si bien el INV acepta cualquiera de las acepciones más conocidas es interesante saber si le debemos decir Giménez o Ximénez.


Pedro Ximénez es una uva blanca que se encuentra principalmente en el sur de España, en Andalucía, y es parte de las Denominaciones de Origen Jeréz, Montilla-Moriles y Málaga.


Como dato de color se puede decir que las barricas usadas para añejar Pedro Ximenez suelen ser enviadas a Escocia e Irlanda ya que allí las utilizan para la crianza de algunos whiskies ya que le aporta notas dulces.


Y lo dejaremos ahí porque la cepa que nos ocupa y nos interesa es la que lleva G.


Pasado, presente y futuro


Ser de las cepas más plantadas también posibilitó que fuera de las más utilizadas por aquellos productores que comenzaban a ganarse la vida haciendo vino en el siglo pasado.


La tendencia parecería estar modificándose ya que en la actualidad podemos encontrar algunas etiquetas de diversos productores en la góndola. No sólo pequeños productores están inclinándose por la Pedro Giménez ya que, por ejemplo, Finca Las Moras con su etiqueta Pedrito, de reciente lanzamiento, se suma a la lista aunque en este caso es vinificado como vino de flor.


Según Daniel Pi, director de Enología del Grupo Peñaflor, se decidieron por la variedad ya que la consideran apropiada para éste tipo de productos porque al tener la capacidad de generar bastante azúcar, y ser bastante neutra, no tienen necesidad de encabezar para lograr un 15 % de volumen de alcohol. 


Si bien su cosecha no resulta tan rentable parece haberse generado un espacio entre consumidores curiosos que buscan probar y explorar con varietales no tradicionales. 

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