¡Comenzó la Vendimia!


Por Laura Sotelo 

El tiempo de vendimia trae consigo un aire de optimismo y esperanzas renovadas. Es el corolario del trabajo de todo un año y, a la vez, el inicio de un camino apasionante y de duración incierta, que culminará cuando el vino finalmente llegue a una copa.

Hace exactamente un año, nadie imaginaba todavía los alcances que tendría la pandemia de Covid-19. Las restricciones impuestas en todo el mundo a causa de la misma, llegaron a la Argentina cuando la temporada de cosecha estaba avanzada pero aún muy lejos de finalizar. Mucho menos imaginable era en ese momento, un inicio de vendimia 2021 en un contexto parecido, con el virus todavía circulando y generando nuevas complicaciones.

Este escenario, si bien preocupante, no conlleva la total incertidumbre de los primeros días del aislamiento en 2020 y mucho menos logra empañar la alegría de los productores de cara a esta nueva cosecha.

Guillermo Barzi (h.), Director Comercial de Bodegas Humberto Canale, tiene buenas expectativas para el Alto Valle de Río Negro: “comenzamos el 18 de febrero (casi 10 días antes que en 2020) con el Sauvignon Blanc y el Semillón. Esta temporada se presenta muy buena, con un volumen parecido al del año pasado”. 

En Cafayate, Ignacio López – enólogo de Bodegas Etchart – está entusiasmado: “si las condiciones continúan como hasta ahora, tendremos una cosecha soñada. Comenzamos la última semana de enero con un Malbec de Finca Río Seco destinado a un rosado de bajo grado y en nuestra Finca La Florida empezamos con Chardonnay, Viognier, Sauvignon Blanc y Pinot Gris. Si bien recién hemos cosechado aproximadamente un 10% de la totalidad de las uvas, esperamos que se mantenga una temporada como hasta el momento: sin golpes de calor, con temperaturas frescas y días nublados pero secos. La curva de crecimiento se está dando de manera paulatina y sostenida”.

En Mendoza, David Bonomi, enólogo principal de Bodega Norton, nos cuenta que para ellos la temporada comenzó el 20 de enero con el Chenin, el Chardonnay y el Sauvignon Blanc de Medrano. “Hasta ahora la vendimia viene muy bien, con mucha sanidad. Si bien es prematuro en esta instancia, todo hace suponer que tendremos una excelente añada que continuará con la seguidilla de buenos años que se viene dando desde el 2018. No hemos tenido mermas en nuestros viñedos ni en los de terceros, la marcha de la vendimia está dentro de los parámetros normales, no hubo golpes de calor y la cosecha de los blancos no se anticipó por lo que esperamos una muy buena calidad. El envero de las tintas fue muy bueno así que las perspectivas para estos vinos son también alentadoras”.

“Por otro lado, habrá que esperar un poco la evolución en las zonas altas del Valle de Uco, donde recién está terminando el envero. Pero de por sí, ya es un año más fresco que el 2020”.

Edgardo Cónsoli, Gerente Agrícola de Familia Zuccardi, coincide con sus colegas sobre la excelente calidad que se observa hasta ahora. “No tuvimos calores agobiantes como en otros años y, si bien a mediados de febrero hemos tenido varios milímetros de lluvia durante algunos días en el Valle de Uco, este hecho no llegó a comprometer la sanidad de las blancas. Venimos con un buen ritmo de cosecha y estamos con muy buenas expectativas”.


LA PANDEMIA

Con la experiencia de 2020 a cuestas, las bodegas han desarrollado y perfeccionado protocolos que el año pasado debieron ser implementados sobre la marcha y con la vendimia ya avanzada.

En Chapadmalal, el equipo de Costa y Pampa está calentando motores: es que allí todavía falta poco menos de un mes para comenzar a cosechar. Sin embargo, Ezequiel Ortego, su enólogo, nos adelanta que tienen todo listo para arrancar, con todos los cuidados necesarios. “Seguiremos con control de temperatura al ingreso y egreso. Solo habrá un cosechador por hilera para mantener distancia, y por supuesto el uso de barbijos y guantes de látex en bodega, además del trabajo por células”. 

En Norton cuentan con los mismos protocolos que aplicaron y fueron perfeccionando durante 2020. Pero un aspecto de la pandemia que representa una amenaza para el normal desarrollo de la vendimia, suele ser la falta de gente. “En algunos viñedos estamos teniendo problemas para arrancar la cosecha debido a la falta de trabajadores. No obstante, creemos que es algo que se irá solucionando a medida que se organicen las cuadrillas afectadas a este trabajo” – dice David Bonomi. “De todos modos, también hemos estado cosechando de noche y de manera mecánica, así que contamos con esa alternativa para algunos viñedos particulares”- agregó.

En el mismo sentido, Edgardo Cónsoli comenta que “la pandemia ha modificado un poco la cantidad de gente que llega a Mendoza desde el norte para trabajar, muy especialmente aquellos provenientes de Tucumán. El temor a enfermarse estando fuera de su provincia, hizo que viniera una cantidad mucho menor a la habitual, pero hemos suplido esta falta con gente propia”. “Estamos muy conformes con los protocolos de seguridad que desarrollamos: se trabaja con distanciamiento, en turnos separados, sin contacto entre los diferentes equipos. Además, hemos hecho considerables mejoras en las unidades donde alojamos a los trabajadores que llegan del norte, lo cual nos permitió reducir la cantidad de gente por habitación y garantizar la seguridad de todos”.

Desde Cafayate, Ignacio López cuenta que implementaron protocolos en base a lo vivido en 2020 en Argentina pero que también se nutrieron de la experiencia de las bodegas del hemisferio norte, pertenecientes al mismo grupo (Pernod Ricard). “Estamos muy satisfechos con las medidas que desarrollamos y solo nos queda hacerlas cumplir y velar por la seguridad de cada una de las personas que trabajamos en la operación, tanto en viñedos como en bodega”. 

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