Viñas con historia


El año de certificación otorgado por el INV a una de sus fincas dice “1924”, de allí su nombre, “Viña 1924”, pero la realidad es que tal vez este viñedo sea mucho más antiguo. 

 ¿Cómo fue que llegaron a lo que hoy es Viña 1924 y cómo era cuando lo vieron por primera vez? ¿Por qué se quedaron con este viñedo?

“Este viñedo formó parte de una inversión que se hizo en la década del 60, en aquel momento pertenecía a la familia Calise una de las tradicionales de la vitivinicultura de la zona, se adquirió junto a otra buena cantidad de hectáreas y la antigua bodega de esa familia en Vistalba. En aquellos momentos mostraba el impacto de la crisis vitivinícola de la época que ya en muchos otros casos habían devenido en erradicación. Ni bien se comenzó a trabajar en la inversión comenzaron a realizarse los trabajos necesarios para recomponer aquello que mostraba sufrimiento. Nos quedamos con el viñedo actual porque fue el sector que mejor configuración tenía en viñedo y olivares, claramente, ya en aquel momento, nos enamoramos de la que vimos como una de las más lindas y antiguas Fincas de Mendoza, una de las joyas de Luján de Cuyo que salpicada con olivos y frutales centenarios nos traía a la memoria recuerdos de vistas del Piemonte y de la Toscana italiana, un trozo de herencia que los inmigrantes que la plantaron a fines de 1800 trajeron consigo desde sus orígenes”, explica Guillermo Barbier, propietario de la bodega.

¿Han modificado algo en el viñedo desde que lo comenzaron a trabajar para la producción de sus vinos? ¿Por qué?

GB: “Nada, todo lo contrario, reconocemos que su valor es la viña como fue, su origen y su historia. Al punto que en algún momento de las últimas tres décadas con los vaivenes del desarrollo vitícola en búsqueda de la calidad algunos de los compradores de uva de VIÑA 1924 nos solicitaron erradicar los olivos del viñedo en pos de lograr una mayor homogeneidad en las uvas tal como habían hecho ellos mismos en viñedos similares que poseían en la zona. Actualmente los olivos de Viña 1924 son la respuesta a la decisión que tomamos ante esa sugerencia, incluso hoy en día esa Bodega está replantando olivos en aquella finca como parte de una revalorización y reconocimiento de la historia de la zona.

¿Cómo son los suelos de Viña 1924? ¿Toda su extensión tiene las mismas características o hay parcelas en donde se encuentran distintos perfiles? 

GB: “Estas tierras en Mendoza fueron las elegidas alrededor de 1880 por los inmigrantes Europeos para plantar sus viñedos de altura destinados a producir vinos icónicos de alta calidad. Aquí fue donde la vitivinicultura de altura de Mendoza nació, y nació de manos de inmigrantes provenientes de familias con siglos de experiencia en viticultura, hecho que dejó en los viñedos grandes beneficios derivados de sus conocimientos. Un ejemplo de ello es el hecho de que el viñedo VIÑA 1924 fue plantado desde su inicio por estos inmigrantes dividiéndolo en pequeñas parcelas en función de los distintos tipos de suelos encontrados, hoy día se realizan labores de agricultura de precisión y diferentes en cada una de esas parcelas, tales como frecuencia de riego diferenciada en función de la capacidad de retención de agua, pendiente y capacidad de refracción del sol de cada una. Los suelos que tiene podríamos dividirlos en cuatro grupo según la predominancia de su calibre, en Piedra, Arena, Limo y Arcilla”.

¿Cómo describirías el ciclo de producción en un viñedo antiguo como este? ¿Qué cuidados se tienen, en qué condiciones se cosecha, hay alguna particularidad que destaquen a la hora de vinificar?

“Esta pregunta nos gusta responderla a través de una comparación más didáctica/práctica que técnica, hemos notado que suele ser útil para comprender o ayudar comprender mejor una de las causa del aporte que un viñedo antiguo puede otorgar a un vino a través de sus uvas. Pasamos a responder entonces: Como casi todas las especies, la vid como individuo tiene como objetivo de vida la subsistencia de su especie que en su caso podríamos resumirlo en lograr la madurez de las semillas y consecuentemente la de los frutos que las contienen, sus uvas. Esta vid en su etapa vegetativa del año cuenta con recursos para lograrlo (nutrientes, luz, agua, etc.) que tiene que administrar para lograr su objetivo. Hagamos una simplificación pensando que la vid tiene dos destinos para esos recursos siendo estos la generación de canopia y, su objetivo de vida, la madurez de su fruto. Comparemos ahora una vid joven con una vieja, la vid joven muy probablemente en la etapa vegetativa de mayor estrés (podría ser de más calor o de menor agua por ejemplo) podría sentirse joven y fuerte y seguir atendiendo por igual ambos destinos, mientras que la vid vieja en esa misma situación de estrés no se encontrará con la misma capacidad de enfrentarlo que la joven y decidirá sin duda redestinar una mayor parte de sus recursos a su objetivo de vida: la madurez de sus frutos. Esta situación asegura año tras año un mejor y más consistente arribo a la buena madurez de los frutos y naturalmente de los componentes del mismo en un año normal, y en un año complicado podría significar el lograr la madurez que en otros viñedos jóvenes se podría dificultar. Otro beneficio es la adaptación al terruño, lo cual se da en varios aspectos. Uno de ellos, por ejemplo, podría ser el sistema radicular de cada vid, que luego de décadas ha ido desarrollándose en el sector del suelo que la rodea con avances y retrocesos marcados por la disponibilidad de agua y composición de suelo. Con el tiempo la planta logró finalmente el desarrollo radicular más eficiente posible para el lugar donde se encuentra plantada, en tanto que una planta joven podría encontrarse en la etapa de búsqueda de ese sistema radicular ideal para el punto de plantación. Esta clase de atributos se dan en una situación donde los viñedos viejos son escasos en el mundo, lo cual los termina haciendo únicos y muy buscados.

La condición de cosecha, en nuestro caso o elección, privilegia hallar el momento de mejor madurez de los polifenoles que podamos obtener sin poner en riesgo la frescura y acidez”, explica Juan Manuel González, enólogo de la bodega.

¿Tienen otros viñedos más nuevos que traten de manera diferente a Viña 1924? ¿Suelen combinar uvas de distintos viñedos en sus vinos? 

JMG: “Tenemos unas pocas hectáreas de viñedos de fines de los 90, y se tratan de la misma manera que a Viña 1924, no combinamos uvas de distintos viñedos. También tenemos en Viña 1924 unas pocas hileras de selecciones de Cabernet Franc, Petit Verdot, y Chardonnay, estas últimas tres son de 2017. Finalmente tenemos alrededor de 400 vides de Semillon recuperadas y trasplantadas con sus raíces desde un viejo e histórico viñedo de Altamira a nuestra Viña 1924 que vinificamos con algunas cepas del mismo varietal originarias de nuestra viña, el viñedo de Altamira lo erradicaron luego que retiramos nuestras plantas”.

¿Qué cepas tienen plantadas hoy? 

 JMG: Además de las que ya mencioné, es decir, Cabernet Franc, Petit Verdot, Chardonnay y Semillon, tenemos Malbec y Cabernet Sauvignon.

¿Qué vinos salen hoy de Viña 1924 y qué aspectos propios de ese terroir encontrás en ellos? 

JMG: “Los vinos elaborados a partir de las uvas de Viña 1924 se dividen en dos grandes grupos, nuestra línea de entrada de gama compuesta por un malbec y una línea superior compuesta por Malbec, Cabernet Sauvignon y un blend de estos varietales. También trabajamos en la obtención de vinos a partir de los diferentes suelos que encontramos en Viña 1924, de ahí surgen cuatro malbecs provenientes de suelos cuyas composiciones son: Arena, Arcilla, Limo y Piedra. Estos vinos son elaborados bajo un mismo protocolo que consiste en cosechar el mismo día, elaborarlos de la misma manera y embotellarlos el mismo día y no tienen paso por barricas de roble, todo esto con la intención de conservar de la mejor manera las características obtenidas en cada suelo en un mismo momento de cosecha”.

¿Podés mencionar detalles que le indiquen al sommelier que se trata de un vino proveniente de este antiguo viñedo?

JMG: “La zona de Vistalba, donde se encuentra Viña 1924 está ubicada a unos 1000 msnm, permitiendo una buena amplitud térmica durante el proceso de madurez de la uva, con temperaturas medias altas durante el día, pero con un marcado descenso por las noches, permitiendo que las plantas puedan “descansar” y de esa manera alcanzar una madurez polifenólica. Esto permite también conservar un buen pH y así una frescura natural adecuada.  

Estas características de la zona permiten obtener vinos Malbec con marcadas notas florales, de acidez equilibrada y polifenoles maduros, con taninos amables y dulces. En el caso del Cabernet Sauvignon las características son más particulares aún, pudiendo alcanzar un nivel de madurez polifenólica magnífico, logrando así vinos muy bebibles y amables sin dejar de lado concentración. También se obtiene un perfil frutado con notas de pirazinas maduras que recuerdan más a un pimiento maduro que al pimiento verde.

En cualquiera de estos varietales las principales características son la elegancia y fluidez, permitiendo la combinación de concentración, frescura y longevidad en nuestros vinos”.

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