Testimonios de cosecha


Cada año el ciclo de la vid culmina con la decisión de cosechar las uvas. Todos los trabajos vitícolas se verán reflejados en la fruta pero por sobre todo uno de los factores que determinarán la calidad intrínseca del vino resultante, es sin lugar a dudas: el clima. Para entender el resultado de la cosecha 2020, hay que analizar qué pasó a partir del invierno del año anterior. A continuación se presenta un detalle de lo que fue la vendimia 19/20 de la mano directa de los enólogos y winemakers.

LO QUE DEJÓ EL 2019

Gustavo Soto y Diego Morales, jefes de viñedos con José Galante, Jefe Enológico de Bodega Salentein, decían: “La temporada 19-20 fue más cálida y seca que la temporada anterior, la humedad relativa fue baja y, como resultado, hubo cuatro heladas en octubre, con impacto en los rendimientos. Las variedades de uva más afectadas fueron Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier (Viñedo Las Secuoyas) ubicadas a 1.600 m.s.n.m. Malbec, Pinot Noir (viñedo Los Jabalíes), Sauvignon Blanc, Gewürztraminer y Chardonnay (viñedo Los Nogales) ubicados entre 1,400 y 1,500 metros casi no se vieron afectados ”.

Según Rogelio Rabino, Enólogo de Bodegas Kaiken. “En Mendoza el invierno del 2019 se presentó con temperaturas muy bajas, habiendo muchos días con grados bajo cero. Se puede decir que fue un invierno seco y frio. El inicio de la primavera fue muy frío con temperaturas en septiembre por debajo de los 8 C° negativos, lo que provocó algunos daños en plantas jóvenes y en yemas en algunos sectores de la provincia que estaban con el estadio de yema hinchada”.

Por otra parte Pamela Alfonso, Directora de Producción de Bodega Alta Vista recuerda que “A partir de los primeros días hasta mediados de octubre, muchos viñedos amanecieron cubiertos de nieve. Afortunadamente, los viñedos de Alta Vista pudieron escapar a este fenómeno, incluso en las zonas más frías de Las Compuertas y El Cepillo.” 

Patricia Ortiz de Bodega Tapiz aporta su experiencia en base a esta cosecha atípica “En La zona alta de Tupungato y Vista Flores se registraron nevadas el 14 de octubre, inesperadas para la época, provocando daños en los ápices de crecimiento en variedades tempranas como el Chardonnay. El crecimiento de canopia fue normal, como también el cuaje (fecundación de granos) obteniendo racimos de buen tamaño y distribución de granos.” 

“Tuvimos granizo en tres oportunidades: uno que ocurrió el 21 de noviembre, seguido de otro el 3 de diciembre y posteriormente cayó un poco más de piedra chica”, explica Susana Balbo.

Neuquén también sufrió varios fenómenos climáticos que afectaron el rendimiento de los viñedos. Así recuerda lo que dejó el 2019 Leonardo Puppato, Gerente de Producción y Enología de Bodega Familia Schroeder, “el número de heladas anuales fue de 45, con una primera helada el 20 de marzo de – 1,7°C que duró cuatro horas y media, el resto se concentran en el mes de julio y agosto, pero el 3 de septiembre se registró la temperatura más baja del año (-11,00 °C). Esto causó un daño importante en algunos sectores más bajos, afectando algunas yemas y brotes tiernos. Además es importante destacar que se registra una helada cercana a 0°C en el mes de octubre. Podemos decir que el daño ocasionado por estas heladas se traduce luego en una merma cercana al 20 % de la producción total, sobre todo en Pinot Noir y Cabernet Sauvignon.”

Por su parte, Guillermo Barzi de Bodega Humberto Canale destaca bajas precipitaciones y sanidad en sus viñedos de General Roca “Despedimos el año 2019 con  162 mm de lluvia durante todo el año, un registro comparativamente bajo respecto los 190 mm anuales normales. La sanidad y desarrollo vegetativo de los viñedos fue destacable”.

2020 EN NOA

En Cafayate la cosecha 2020 fue más lluviosa que otros años. Esto provocó más cuidados preventivos en las vides para evitar la propagación de enfermedades o la proliferación de hongos.

Según Paco Puga, Enólogo Principal de El Porvenir de Cafayate “Los trabajos en general estuvieron un poco más intensificados en la lucha contra la Peronospora y Botritis. En el caso del Torrontés tuvimos que hacer mucho trabajo manual de selección y eliminación de granos afectados por la humedad, esto se hace para no usar agro químicos que nos podían afectar la calidad organoléptica.”

Analizando el clima, el inicio de cosecha y la calidad de la uva Paco Puga anticipa algunas características que tendrán los vinos norteños 2020: “Me gusta mucho el perfil que se ha logrado con el Cabernet Sauvignon dado que es una variedad que le gusta poco el calor y este año fue favorecido por los días nublados y un poco más de lluvia que los años anteriores. Hay un vino sin pirazinas elevadas, buena madurez y excelente balance. Las variedades blancas como Chardonnay, Semillon, Roussanne y Marsanne que se cosecharon durante el mes de Enero estuvieron con un perfil de frescura muy interesantes. Las elaboramos bajo diferentes técnicas y en diferentes vasijas y en todas dieron un resultado muy bueno.”

Desde Tolombón, Dana Bellincioni, Enóloga de Estancia los Cardones agrega  que “Este año hubo mucha lluvia, lo que aplacó un poco las horas de sol. De esta manera los vinos ganaron más acidez. El suelo tiene cuarzo, este es reflectante por lo que la uva se puede deshidratar rápido, es por eso que se cosecha en enero.  En cuanto a la sanidad y calidad de uva se puede decir que fueron excelentes. Se trata de una cosecha temprana, donde predominó el clima seco y donde hubo mucha fruta y buen balance de acidez, y donde resultaron Malbecs expresivos con gran color.”

2020 EN CUYO

Con buenas condiciones climáticas la vendimia 2020 finalizó en promedio 20 días antes respecto de años anteriores. Ha sido una vendimia de gran calidad, caracterizada por sus rendimientos limitados, entre un 10% y un 20% menor a los valores históricos según las zonas. Según los especialistas la calidad de uva fue óptima, única y particular.

“Según los datos proporcionados por el Departamento Nacional de Agricultura de Argentina, esta cosecha en Mendoza registró las temperaturas mínimas más altas de los últimos diez años, en línea con el resto de las regiones vitivinícolas argentinas. Siendo 30 ° Celsius el umbral para una vid, por encima del cual deja de realizar su ciclo de fotosíntesis natural, el mes de enero registró el 90% de los días por encima de este límite ". El equipo de Altos Las Hormigas.

El equipo vitivinícola de Laura Principiano, Martín Di Stefano y Sebastián Zuccardi explican que “Lugares como Gualtallary mostraron esta temporada una velocidad de madurez que solo pudieron anticipar aquellos que lo conocen minuciosamente. El trabajo de separación de viñedos por tipos de suelo nos permitió cosechar cada sector de cada finca en el momento preciso. De hecho, sin un trabajo de esta naturaleza, hubiera sido imposible encarar un desafío como el de esta vendimia. Los suelos más pedregosos y calcáreos tuvieron que ser cuidadosamente monitoreados para alcanzar el punto en el que nos otorgaron todas sus cualidades. Lo cual ocurrió…. ¡antes de finalizar la primera semana de marzo! La vendimia de nuestros viñedos en Paraje Altamira y Gualtallary comenzó 10 días antes de lo habitual y ésta ha sido la primera vez que cosechamos parcelas de Malbec durante el mes de febrero. Del mismo modo, la madurez de casi todas las variedades tintas se concentró en el espacio de pocas semanas, y nos encontramos cosechando Malbec, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon con un intervalo de unos 5 a 6 días. De hecho, casi la totalidad de la vendimia ocurrió durante el mes de marzo, cuando normalmente se extiende hasta mediados de abril, incluso en zonas tan frías como San Pablo.”

La rápida maduración de bayas también provocó una cosecha corta en Luján de Cuyo. Desde Mayor Drummond Juan Roby, Enólogo de Bodega Lagarde comentaba “Esto, junto a la escasa oferta hídrica, produjo racimos sueltos y con bayas chicas, que derivaron en una excelente concentración de polifenoles, rendimientos bajos y con sanidad excelente.”

En tanto en Agrelo, desde Finca Laurens Leandro Azín, Enólogo de Casarena afirmaba que las mermas por heladas equilibraron de forma natural la carga frutal de cada planta y además “Con la uva de esta finca se producen blancos y rosados. Es el viñedo donde tenemos mejor acidez natural y alcoholes potenciales más bajos, dando vinos muy elegantes. También se puede observar esto respecto de los tintos. Para alcanzar la madurez polifenólica deseada y una excelente concentración de antocianos”.

Germán Berra, Director de Viticultura y Enología de Finca Flichman compartió su experiencia  destacando que “Las lluvias fueron escasas (118 mm en Barrancas y 173 en Tupungato, contra un promedio de 185 y 205 en el período de crecimiento respectivamente) y las temperaturas de enero a marzo fueron históricamente altas, con un récord de días por encima de 32C (temperatura a la cual la mayoría de las vides comienzan a estresarse) nunca visto. Esto trajo como consecuencia que la madurez de las uvas tintas se alcanzara entre 20 y 30 días antes de lo normal. Bajo estas circunstancias, la cosecha para Finca Flichman terminó siendo 28 días más corta de lo normal, pero con una calidad óptima y particular, distinta, única. Como dato interesante es bueno mencionar que es la primera vez que el 100% de nuestros vinos se elaboró con uvas producidas en viñedos propios.”

Andrés Vignoni, Jefe en Enología en Viña Cobos destacó que “La cosecha nocturna permitió vendimiar con temperaturas bajas. Se realizó no sólo en todos los Chardonnay propios (Zingaretti y Arbolitos) sino también, por primera vez para uvas tintas en Chañares. Para fines de la segunda semana de marzo se había cosechado el 85% del total. La incorporación de nuevos productores ubicados en zonas frías debido a la altitud como San Pablo o por encontrarse más hacia el sur como El Cepillo, permitió poder esperar la madurez óptima y cosechar en la tercera y cuarta semana de marzo.”

El equipo técnico de Bodega Alta Vista compuesto por Didier Debono, Head Winemaker,  Pamela Alfonso, Directora de Producción y Adrián Meyer, Enólogo, coincidieron en afirmar que  “La segunda semana de marzo fue clave para asegurar el éxito de esta vendimia. Se tomó la decisión estratégica de ingresar un gran volumen de uva a bodega, principalmente para vinos de alta gama. Del 5 al 12 de marzo ingresó uva de los mejores cuarteles de Azamor, Alizarine, Temis y Albaneve con un equilibrado balance de madurez y acidez natural. La vendimia finalizó el 30 de marzo, aproximadamente un mes antes que la anterior. Las últimas semanas transcurrieron con tranquilidad ya que la cantidad de uva a ingresar fue poca.”

“En el viñedo Finca Remota, comenzamos a cosechar el Malbec el primero de abril, es decir, 20 a 25 días antes que en un año promedio. Esta variedad, así como Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, tienen muchos colores, muy buena intensidad de fruta fresca, taninos bien presentes y buena acidez. Sin duda, el clima de esta añada nos ayudó, no solo porque pudimos cosechar temprano y reducir las complicaciones del efecto coronavirus, sino especialmente porque los vinos resultantes son de alta calidad ”, dijo Roberto de la Mota, Enólogo de Mendel Wines .

Viendo un ritmo de maduración más rápido que otros años las variedades blancas fueron quienes anticiparon la vendimia. El Ing. Fernando Losilla. a cargo de la enología de Viña Las Perdices junto al Ing. Juan Carlos Muñoz explicaban que  “las condiciones fueron excelentes, están sumamente frutadas, con muy buena acidez dado que se anticipó la cosecha. Hubo que estar atentos para que los alcoholes no quedaran demasiado altos, por lo tanto, en líneas generales fue muy buen año para las blancas. De acuerdo a la zona hubo una merma marcada en muchas variedades como Chardonnay, Sauvignon Blanc, pero salvo eso, las condiciones fueron ideales, con muy buena sanidad y se desarrollaron blancos de muy buena calidad. Como fue un año bastante seco, las variedades como Chardonnay, Sauvignon Blanc y Pinot Gris que a veces son difíciles, u otras aún más complejas como pueden ser Viognier o Gewürztraminer, que a veces hay que cosecharlas temprano porque cualquier lluvia hace que empiece acelerarse la botrytis, se pudieron cosechar con un estado sanitario impecable. Por lo tanto, la calidad también sorprende en las variedades blanca.”

Por su parte, Alejandro Vigil Jefe en Enología de Catena Zapata desde el  Viñedo Angélica Sur en El Cepillo (altitud 1090m.) comentaba que “El Chardonnay, que generalmente se cosecha durante la primera semana de marzo, se cosechó este año el 23 de febrero. Los demás varietales maduraron un mes antes, finalizando la cosecha hacia fin de marzo en lugar de fines de abril. No tuvimos tormentas de granizo. El 7 de abril hubo una helada temprana y la temperatura cayó a -1.5 ° C. Afortunadamente, ya habíamos concluido la cosecha”.

Observando el clima y su manifestación en las plantas se puede pronosticar cómo serán los vinos finales. “Estos años cálidos son los que llamamos “años de fruta”, en donde la expresión de distintos tipos de fruta se destaca (por ejemplo, frutos rojos o frutos negros, según cuándo se haya cosechado) y en forma muy expresiva, diría que casi extrovertida, dependiendo de la variedad y de la zona. En los vinos de guarda, aquellos que provengan de viñedos y de regiones especiales, van a tener una buena longevidad. Como dije anteriormente, los años cálidos producen vinos más extrovertidos con más impronta aromática, más abiertos y más frutales; de taninos que son más sedosos y untuosos, y vinos con un balance ácido que los puede hacer percibir como ligeramente más dulces, aunque este año también hemos tenido buena acidez. Destaco esto porque en los años calurosos, manejar la acidez es todo un tema y este año las uvas, a pesar del calor, fueron cosechadas con valores de acidez y pH excelentes, por lo tanto, van a hacer también vinos tintos de muy buena frescura.” explica Edgardo Del Pópolo, viticultor e ingeniero agrónomo en Susana Balbo Wines.

Alejandro Bartolomé de Pielihueso también describió cómo serán los tintos provenientes de sus viñedos de Los Chacayes y Los Sauces:  “Se cosechó en marzo para encontrar la pureza de la fruta roja, en especial cereza, con un alcohol potencial entre 13,5 y 14°GL dando una estructura de taninos en boca más fluida y jugosa”.

2020 EN PATAGONIA

Mientras tanto en el Alto Valle de Río Negro los meses de diciembre, enero y febrero fueron particularmente cálidos y secos, lo que produjo un incremento precoz de azúcares en  bayas. “Nuestra región recibe aguas de deshielo de la cuenca NO de la provincia de Neuquén, a través del río Neuquén y éste abastece el sistema de riego del Alto Valle.  La abundante disponibilidad del recurso nos permitió mantener los cuadros bien hidratados y sostener la graduación en niveles óptimos para el tipo de vinos que realizamos. Por estos mismos motivos climáticos y de oferta hídrica, la sanidad y condición general de las uvas a lo largo de toda la cosecha fue excelente.”  dijo Guillermo Barzi de Humberto Canale.

En Mainque, específicamente donde se encuentra Bodega Noemia, su propietario y Enólogo Hans Vinding Diers recuerda que la cosecha  “empezó con los Pinots el 14 de Febrero y el 19 de Febrero se cosecharon los primeros Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, todos juntos, con otros calores extremos. Esto era la primera mitad de la cosecha, las uvas entraron con no más de 22 brix y pH increíbles de 3,40. La segunda parte que fue a partir de fines de febrero e inicios de marzo donde pegó más días de 35C mínimo hasta 40C en los picos, todavía manteniendo las noches frías. Esto hizo que se bloquearan las plantas en la viña, no se desarrollaran más los fenoles y las uvas empezaran a deshidratarse más por las noches frías. Sacando uvas de 25 brix con pH de 3,60, que todavía eran bajos por el tenor de Brix. La cosecha se finalizó cerca del 15/20 de marzo. En tiempos normales, sería el inicio de la cosecha!”

En San Patricio del Chañar el verano también fue más caluroso que otros años y esto provocó un adelanto en la madurez de las uvas entre 12 a 15 días. La cosecha se anticipó y esto complicó la capacidad de las bodegas, la disponibilidad de tanques, bombas, frío y recursos humanos.

Ricardo Galante, Enólogo de Bodegas Del Fin del Mundo recuerda “El verano fue cálido y seco, con temperaturas medias en diciembre y enero de 22,2 ºC y 24,5 ºC respectivamente y máximas que alcanzaron los 40,5 ºC. Esto generó que la cosecha se adelantara unos días y pudimos levantar la uva con muy buena acidez natural y pH bien bajo, haciendo  prevalecer la fruta y frescura en variedades tempranas como Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Merlot.”

“En cuanto a los rendimientos de uva tuvimos una merma de un 15 a 20% comparada con la cosecha 2019, dependiendo de los diferentes varietales, en general se vieron más disminuidos los volúmenes de uvas tintas. Los tintos de muy buen color y taninos más presentes, son algo más concentrados que otros años y lo atribuimos a los rendimientos más bajos de uva. La variedad Pinot Noir y la Malbec se destacan por su tonalidad y matiz, expresión aromática varietal, linda acidez y largo final de boca. Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. con un ciclo de madurez más largo, se vieron beneficiados ya que se cosecharon con buena madurez enológica y unos 15 a 20 días antes de lo habitual.” dijo Leonardo Puppato de Familia Schroeder.

Por su parte Ana Viola propietaria de Bodega Malma explicaba que “La cosecha tuvo un muy buen equilibrio fenólico y azucarino y se dividió en dos etapas: la primera con PH bajo, excelente acidez natural y frescura; y una segunda etapa con mayor concentración y potencia. El frío de la primavera provocó una merma natural en la producción del viñedo lo que derivó en una gran calidad y concentración. En tintos, Pinot Noir y Malbec con ejemplares excepcionales, terrosos, francos, fieles al terruño.”


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 “Ningún factor climático o agronómico será más memorable éste año, que la pandemia 

que nos ha tocado atravesar” – (Susana Balbo)

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La vendimia 2020 será recordada como “distinta e inolvidable”. A pesar de sufrir varios factores climáticos, el común denominador que alteró el calendario de cosecha/inicio de vinificación de todas las bodegas argentinas, fue el COVID-19. La actividad vitivinícola se vio afectada por el “aislamiento social preventivo y obligatorio” y toda planificación estipulada tuvo que cambiar de un día para otro. 

Muchas bodegas tomaron diferentes medidas para garantizar la salud de sus trabajadores y la sanidad a nivel productivo: cierre del enoturismo, cierre de restaurantes,  desinfección de los establecimientos, home office para  el personal administrativo, reducción de equipos de trabajo en viñedo y bodega, jornadas de trabajo reducidas, protocolos de limpieza y sanitización del personal.

Nuestro reconocimiento a todo el personal vitivinícola, que gracias a su entrega y predisposición han logrado adaptarse a los cambios y concluir con una de las cosechas más extraordinarias de la historia. 

Por Andrea Donadio

Ilustración: Mariela Solari

Las bodegas que colaboraron enviando sus informes fueron: Alta Vista, Altos Las Hormigas, Catena Zapata,  Casarena,  El Porvenir de Cafayate,  Estancia los Cardones, Familia Schroeder, Fin del Mundo,  Finca Flichman,  Humberto Canale, Kaiken, Lagarde,  Las Perdices, Malma, Mendel, Noemia, Pielihueso, Salentein, Susana Balbo Wines, Tapiz, Viña Cobos, Zuccardi.

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